Por la ventana se ven las colinas, desfilando hacia un horizonte que oculta la ciudad y tras el que hoy, sorprendentemente, no sobresale la columna de humo de la central de Cubillos. Hay pocas casas, pero una (por lo demás nada ostentosa), de un amarillo que desearían para sí los grandes pinceles clásicos, parece la chincheta de latón con la que se hubiese clavado el troquel de la tierra a… [Leer más]
El presagio desnudo
Alguien ha olvidado decirle a los jóvenes cristianos, entusiastas, arrobados, pulcros y si se tercia gimnastas (que sin pedir permiso han estado tomándole prestada la sombra a los madrileños estos días atrás) que deberían pensar un poco antes de dar por hecho que su posición en el mundo es la de voceros acríticos de un mensaje cuya aplicación por la Iglesia que lo encarna deja aún mucho que desear. Uno… [Leer más]
Cortinas de humo
Estoy solo en Madrid lamentando que voy a perderme la floración de los manzanos y el amago de las primeras rosas. Así es la vida: si quieres comprar parte del humo que la ciudad vende te vas a perder lo mucho que la naturaleza regala. Y encima me cae una nube de gases tóxicos islandeses como si fuese lo más normal del mundo. Al menos voy juntando cosas. Me volveré… [Leer más]